La leyenda d’o fotronero

Mucho antes de que Arguis se convirtiese en el centro neurálgico del mototurismo nacional a partir de la década de los años 40, el pueblo de Arguis y el paso por el mítico Puerto de Monrepós llevaban siglos ligados a los viajeros y en particular a la trashumancia del ganado que enlazaba los pastos del Pirineo con los inviernos en la Tierra Baja.

De aquellos tiempos se mantiene la Cabañera de Monrepós, utilizada desde el Imperio Romano (el nombre del pueblo de Nueno proviene de «Nonum» al encontrarse en la milla 9 de la calzada romana) que pasa exactamente por el punto habitual de celebración de la Reunión Invernal en Lafoz. Además,  dos edificios emblemáticos se mantienen en pie: La Casa Lafoz y el Mesón Nuevo, que fueron casas de postas (mesones) de parada para viajeros y trashumantes durante siglos. Auténticas «Áreas de Servicio» de la época.

De aquellos tiempos se mantiene viva la leyenda de O Fotronero, un terrible gigante que vive en la Cueva de San Climén, ubicada junto a la carretera, justo debajo de la presa de Arguis en el famoso «Congosto» (desfiladero) por el que asciende la mítica carretera.

Durante siglos, los repatanes (termino tradicional aragonés para referirse a los chicos jóvenes aprendices de pastor) debían pagar un fuerte tributo para pasar por delante de la cueva y evitar que el terrible gigante se los llevase y se los comiese.  Este tributo para el gigante se pagaba en el Mesón de Lafoz donde se pasaba la noche y consistía en «pagar a manta», hecho imprescindible para poder pasar delante de la cueva sin ser devorado.  A veces los pastores mayores se disfrazaban de O Fotronero por la noche y en el interior de Casa Lafoz exigian el tributo a los jóvenes repatanes so pena de llevarselos y comérselos.

Habitualmente los pobres críos no tenían dinero, de modo que asustados por el gigante y sin tener medios para pagar el tributo, se disfrazaban con una piel de carnero para pasar desapercibidos entre el rebaño y que O Fotronero no pudiera descubrirles y devorarlos al pasar delante de la cueva.
Este gigante, de fuerza hercúlea habita en la cueva de San Climén y estuvo muy activo mientras duró el paso de ganado trashumante por la zona. No se sabe si aún permanece escondido, pero por lo pronto ¿Pagarás su tributo al pasar por la Casa Lafoz? ¡Ten cuidado que no te coma O Fotronero!

Os dejamos una pequeñas reseñas en nuestra hermosa lengua aragonesa. de imprescindible escucha y lectura: 

Ixo d’o Fotronero ye ya bella leyenda, pero yo aún la bide fer; yera bella martingala pa fe-les zerina a os pastós que yeran primerizos y repatans, pa que pagasen a manta.
O Fotronero yera bel presonaxe de leyenda, y que cualquier pastor de os biellos se feba pasar por ixe presonaxe, pero dende que salibanos d’o lugar, toz a fe-les zerina a os novatos. En que cruzábamos o Mesón Nuevo ya’reziaban con a réndula ixca, y al plegar enta ra foz, allí febanos nuey y bel pastor d’os veteranos se rebestiba con piels, zagons, barba que se poneba, y en o zeñidor asomaban bel par de mangos de cochillos. Si belguno se resistiva porque ya le teneban dito que ixo yera una maneraza, ro Fotronero se’n iba amenazando que bolberba de matinada. O que no eba pagato, a ra matinada siguién bel pastro se iba enta debán y se poneba en bella recliza de ixas que en hay en pasar o pantano, y cuan plegaba ra cabaña escomenzipiaba a’lbrotar y atular como ro crapero y diziba:
¡Ixe mozé, que no me ha quiesto pagar!¡Traimelo! Y entre ro estrapalucio que feban as esquillas, os gritazos que feba ixe mesache… to resonaba en Ixos cañons que hay antis de plegar enta ro molino d’Arguis, d’un tozal enta ros otros. Y yera cuan o zagal, acotolau de zerina, clamaba a ro mairal y le dizeba:
¡Tome, tome! ¿Cuánto ye ro de ra manta?
Entpnzes yera cuan os grans feban a maneraza de que clñamaban a ro Fotronero pa izi-le que se’n fuise, que ya no’n feba falta, que o mozé ya eba pagato a manta.

Gil del Cacho, Felis. O tión. (Rocosiros de ra quiesta Balle Tena). Ed. Miguel Martinez Tomey / DGA. 1987. Pág. 56-57